Ayer por la tarde
Felipe Juan Froilán de Todos los Santos de Marichalar y Borbón sufrió un accidente cuando se encontraba realizando ejercicios de tiro con su padre en la finca familiar de Garejo en Garay (Soria). Froilán, de 13 años (y al que se le da el trato de "
Su Excelencia"), se disparó en un pie con una escopeta de calibre 36 y tuvo que ser trasladado a la Clínica Quirón de Madrid donde se le realizó una pequeña operación (justo el día en el qué De Guindos anunció un recorte de 10000 millones de euros en Sanidad y Educación). De momento no se sabe el alcance de la lesión y puede que, probablemente, este incidente se quede en anécdota, pero se une a la larga lista de incidentes protagonizados por la Familia Real Española y muy especialmente los Borbones, como por ejemplo cuando el Rey Don Juan Carlos I de Borbón disparó accidentalmente y acabó con la vida de su hermano de un disparo en la frente, también durante Semana Santa, con una pistola que Franco le había regalado. (Si es que esto de follar entre hermanos estaba claro que se iba a acabar notando).
Pero esta vez la Familia Real ha ido todavía más lejos y ha traspasado los límites de la legalidad:
Según el Real Decreto 137/1993 de 29 de enero Sección II Art.109, sólo los mayores de 14 años (Froilán no los cumple hasta julio) podrán utilizar armas de fuego y las armas de la categoría 3.2, que son escopetas y demás armas de fuego largas de ánima lisa, para la caza y para las competiciones deportivas en cuyos Reglamentos se halle reconocida la categoría 'junior'. Además, los niños entre 14 y 18 años deberán tener una autorización especial tras pasar un examen de capacitación.
Supongo que ni Jaime de Marichalar, ni el Rey, ni ningún otro miembro de la Familia Real tendrá que responder por esto ante la ley. Si fuera mi hijo estoy seguro de que ya me habrían retirado la custodia y habría pasado la noche en el calabozo ya que, aunque sus majestades no se den cuenta, se trata de un delito muy grave.
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